Sexo en la nube

Mitos sexuales 2

Mitos y creencias erróneas sobre el sexo. Parte 2

Seguimos desmontando algunos de los mitos sobre el sexo más conocidos

Éste es el segundo post dedicado a los mitos sexuales. Como ves, son tantos que da para varios post. Puedes ver el resto de artículos sobre el tema en Mitos sexuales 1 y Mitos sexuales 3.

Orgasmo simultáneo, ese gran perseguido

Quizá sea el mito por excelencia del amor romántico especialmente en relaciones heterosexuales. Lo hemos visto todos en las películas, hombre y mujer llegan al perfecto orgasmo simultáneo únicamente además con la penetración. En el mundo real, esta meta de tener el orgasmo simultáneo crea más tensiones y frustraciones en pareja que alegrías. Se vende la idea de que debemos alcanzar el orgasmo a la vez y además básicamente con la penetración, cosa complicada.

Las fases de la respuesta sexual en hombres y mujeres son muy diferentes si hablamos en términos generales y biológicos. 

Tener el orgasmo a la vez, ademas de ser algo muy complejo, no tiene por qué incrementar el placer, igual que alcanzarlo en momentos diferentes del encuentro sexual tampoco hace que disminuya el placer. Incluso si no se alcanza el orgasmo tampoco quiere decir que no se disfrute de la práctica.
Este mito provoca en muchas personas gran frustración. Muchos hombres se preocupan en exceso por aguantar más tiempo antes de eyacular para que su pareja llegue al orgasmo (con penetración). No es algo con lo que obsesionarnos, hay muchísimas más formas de disfrutar y de alcanzar el orgasmo. No tiene por qué acabarse el encuentro sexual cuando el hombre eyacula ni la penetración es la única vía para el orgasmo.

La marcha atrás es efectiva

Este es de los mitos que yo llamo peligrosos. Conozco marchas atrás que se llaman Cristina, Álvaro… Aquí hay dos cosas importantes a tener en cuenta.

  • La primera: controlar el momento exacto de la eyaculación es mucho controlar, puede que pensemos que tenemos mucho control sobre nosotros mismos y en determinado momento no calcular bien.
  • La segunda: aunque consigamos eyacular fuera, cuando el pene está excitado antes de la eyaculación segrega líquido preseminal.

En realidad, este líquido no contiene espermatozoides, pero la uretra que es el conducto por donde sale este líquido preseminal, sí que almacena espermatozoides de eyaculaciones previas. Es decir, al final en el líquido preseminal sí que hay espermatozoides. (Los que estaban contenidos en la uretra)
De esto, si no habéis deducido lo siguiente ya os lo digo yo. El preservativo hay que ponerlo desde el principio de la penetración, si jugamos un poco a realizar penetraciones sin preservativo y ponerlo cuando creamos que vamos a eyacular, también estamos corriendo riesgos tanto de contraer/contagiar alguna infección o enfermedad, como de embarazo.
Conclusión, estar pendiente de esto provoca mucha tensión que puede hacer que no disfrutemos del sexo. Ten a mano preservativos, evitan sustos y además te protegen de infecciones de transmisión genital.

Si no quieres usarlos y tienes una pareja estable, acude al especialista para que os aconseje el mejor método anticonceptivo. También aunque tengas pareja estable es recomendable que os hagáis una analítica de enfermedades de transmisión sexual. 

Si mi pareja no quiere sexo es que ya no se siente atraído o atraída por mi. 

Si una persona no te atrae, lo lógico es que no te apetezca tener sexo con ella. Sin embargo, esto no se aplica al revés. Es decir, que no te apetezca tener sexo con alguien no quiere decir que no te atraiga esa persona. Ya hemos visto que el deseo sexual es muy complejo. Hay que cuidarlo y puede estar afectado por numerosos factores como el cansancio, el estrés diario, procesos de salud… Es totalmente normal que a tu pareja un día no le apetezca mantener relaciones. Si la situación se alarga, en lugar de darle vueltas al tema continuamente, habla directamente con la persona, podrás saber la razón y podréis buscar solución. En algunos casos es bueno acudir a un profesional que os ayude.

Los hombres siempre tienen ganas.

“Los hombres siempre tienen que estar dispuestos, si no, es que algo pasa”. Es un pensamiento muy extendido, aunque también erróneo. Los cambios en el deseo sexual afectan tanto a hombres como a mujeres. Que uno no tenga ganas no significa que pase algo raro ni muchísimo menos que se haya acabado la relación.

Si quieres continuar leyendo sobre mitos sexuales aquí tienes el último post sobre ellos. Mitos sexuales 3.

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