Sexo en la nube

Atracción

Atracción, ¿por qué la sentimos? ¿Qué es lo que hace que nos atraigan unas personas y no otras?

La atracción que sentimos por otras personas, las conozcamos o no, viene de muy diversos factores. Te has planteado alguna vez por que nos atraen unas personas y no otras? o ¿por qué hemos elegido a nuestra pareja y no a otra? A continuación te muestro algunas claves.

¿Qué nos atrae físicamente de los otros?

atracción

El significado de la belleza es subjetivo para cada persona pero hay ciertos patrones.

Uno de los factores importantes en la atracción física es el rostro, en él buscamos que sea simétrico. según la cultura en la que nos hemos desarrollado, buscamos unos rasgos de feminidad o masculinidad. En general, una cara simétrica nos indica de forma inconsciente que esa persona tiene «buenos genes».

Las dimensiones, postura y el movimiento corporal también influye en la capacidad que otras personas tienen de seducirnos. En general, si sabemos que nos están observando todos modificamos nuestra postura de forma inconsciente y realizamos otros movimientos que causan más atracción en el otro.

¿¡¡Por qué me causa atracción si se parece a mi padre o se parece a mi madre!!?

La herencia familiar juega un papel en la atracción, para bien o para mal.

Todos nos hemos desarrollado nos guste o no, en una familia. En nuestro proceso de socialización hemos interiorizado unos roles, normas y una serie de conductas como «normales» o adecuadas. Cuando somos adultos puede que reaccionemos de diferentes maneras en cuanto a atracción por los demás se refiere, en función de cómo ha sido nuestra familia y en función del grado de acuerdo que sintamos hacia lo que nos han transmitido:

  • En el caso de que consideremos adecuado el ejemplo de nuestros progenitores, probablemente buscaremos de forma inconsciente algunas de sus características positivas en nuestra futura pareja. Por ejemplo: si en nuestra casa nuestros padres repartían las tareas del hogar por igual, difícilmente aguantaremos a una persona que no quiera implicarse en eso.
  • Si por el contrario no estamos nada de acuerdo con las características de nuestros progenitores y somos conscientes de ello, es probable que busquemos lo contrario. Por ejemplo: si alguno de nuestros progenitores pasaba todo el día trabajando y creemos que nos descuidaba, es probable que busquemos a una persona que sea muy familiar.
  • Si el ejemplo que nuestros progenitores nos han dado de lo que es una relación de pareja es negativo, pero no somos conscientes de ello, puede que repitamos los mismos patrones. Por ejemplo: si entre nuestros progenitores había situaciones de violencia de forma habitual, nos resultará más familiar que a otras personas y no nos llamará tanto la atención cuando suceda. Estaremos mas expuestos a esas situaciones.

Es cuestión de química. La química de la atracción.

Seguro que habéis leído el libro de «El perfume» de Patrick Süskind o habéis visto la película. Ahora también tenéis disponible en Netflix una versión en formato serie si no os gusta leer. No hay excusas. Parte de la atracción que sentimos por otras personas se debe a las feromonas. Las feromonas son sustancias que secretamos por algunas glándulas de nuestro cuerpo como cuello, ingles o axilas y que percibimos de los otros sin darnos cuenta gracias a nuestro órgano vomeronasal. Hay estudios que corroboran que la exposición a determinadas feromonas podría estar relacionada con:

  • Atracción sexual ante desconocidos independientemente del aspecto físico o personalidad.
  • Sincronización de los ciclos menstruales en mujeres cuando conviven.
  • Unión o vínculo materno-bebe.

Sin embargo no juegan un papel crucial. A día de hoy, hay disponibles a la venta distintos compuestos o preparados de feromonas, de dudosa fiabilidad. las producimos nosotros mismos y causan efectos diferentes según qué personas las reciben.

Atracción debida a la afinidad

Tenemos los mismos gustos, la misma forma de ver la vida, compartimos ideas políticas, hemos vivido las mismas experiencias… «tenemos mucho en común«. no quiere decir que para que alguien nos atraiga tenemos que ser lo más parecidos posible pero si que ayuda. Compartir actividades y aficiones, ya sea juntos, o ya sea haber vivido las mismas cosas, crea vínculo. Pasamos tiempo realizando actividades con nuestra pareja y eso nos une. Tenemos más temas de conversación y probablemente menos discusiones por diferencias de opinión.

Admiración o… ¿polos opuestos?

Es habitual que nos atraiga aquello que nosotros no tenemos. Pueden ser cualidades, aspiraciones, formas de ver la vida… En ocasiones serán aspectos que nos atraen porque nos gustaría incorporarlos en nuestra vida o complementarnos. En otras ocasiones nos atraerá por ser diferente a nosotros, por la curiosidad o el morbo que nos provoca.

¿Somos complementarios?

  • Admiración: si somos una persona a la que le cuesta tomar decisiones pero quiere aprender a hacerlo puede que nos venga bien una persona que nos empuje con su seguridad. A través de la admiración del uno al otro se formará una pareja complementaria.
  • Los polos opuestos se atraen, pero, ¿funcionan?: en ocasiones somos tan opuestos que nos atraemos por mera curiosidad pero es muy complicado que la relación dure. Si soy una persona para la que la estabilidad y formar una familia es muy importante, será difícil encajar con una persona que no quiere hijos, adora viajar y quiere vivir en distintos países.

A partir de ahora cuando sientas atracción por alguien puedes reflexionar sobre el por qué y tomar mejores decisiones. ¿Que te atrae a ti de otras personas? puede decírmelo en los comentarios.

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